Cárguese dos horas bajo el Sol o cuatro bajo una lámpara. Una vez cargado funcionará no tendrá que preocuparse por la batería. Asegúrese de que le dé luz diariamente...
El reloj no me había fallado desde que lo tengo hasta ahora. Mi conclusión es que tiene depresión de invierno. Ya que ahorita por estas frías tierras Kartoffelianas está anocheciendo a las 4:30 PM, seguramente algo a lo que mi pobre reloj no estaba acostumbrado, dejó de funcionar.
Después de investigar qué podría hacer para reanimarlo, me enteré que acá en Deutschland existen clínicas que ofrecen terapias de luz para contrarrestar la depresión de invierno. Tendré que llevarlo regularmente para que no decaiga el pobrecillo.
En otras cosas, por fin tengo internet en mi cuarto, por lo cual volveré a escribir regularmente (espero) en mi blog. Hay mucho que contar, jeje...
Serge