Después de una ausencia de casi una semana, vuelvo a dar señales de vida. Realmente no pude escribir en esta semana, pero me repondré.
Después de unas vacaciones en las cuales no hice naaaada, por lo menos para la escuela, llegó la primer semana. Bastante pesada por cierto. En Semana Santa me fui a la hermana y pintoresca República de Querétaro.
Ya más o menos me voy ubicando en la ciudad, pero ahora me tocó ir a las afueras. Mi papá está haciendo una antena en uno de los cerros que rodean Querétaro. Estuvimos todo un día ahí. Estuvo muy bonito, hacía un aire que no dejó de soplar un momento, lo cual me hizo pensar si no les convendría usar energía eólica y solar para darle energía a la antena. La verdad no sé cuánto costaría...
Algo que me pareció muy curioso es la hueva con la que trabajan los Queretanos especialmente. ¡Es impresionante! Realmente les cuesta trabajar. Por ejemplo, se les rompió una pieza de la revolvedora donde mezclaban el concreto, entonces teníamos que bajar a comprarla. En lo que íbamos, mi papá dejó orden de hacer la mezcla a mano. Cuando regresamos obviamente no hicieron nada. Así que, por lo consiguiente salieron más tarde. Mi papá me decía:
Lo raro es que sólo es la gente de Querétaro. Si se lleva gente de otro lado, como Puebla, trabajan super bien...
Algo que también me llamó la atención de esa pequeña ciudad son sus formas de entretenimiento. La cuidad cuenta con 2 teatros y 2 cines, así que la diversión principal es ponerse el mejor atuendo e irse a caminar al centro por la noche. Es algo muy pintoresco y curioso. Me recordó a la canción de Chava Flores:
En los demás días no pasó mucho. Demostré mis extraordinarias dotes de tenista a dos botes, intenté contactar o ser contactado por Laura Flores fallidamente, fuimos a comer con unos amigos de mis papás en esas comidas que duran todo el día, etc. Lo principal es que descansé, cosa que gran falta me hacía.
De regreso manejé por primera vez en carretera. En ciudad ya soy un cafre hecho y derecho, claro, no le llego ni a Thalia, ni a Julieta. ¡Esos ya son casos extremos! Es toda una aventura seguir a cualquiera de las dos! Siguiendo a Thalia, hasta llanta he tenido que rechinar y he tenido que hacer maniobras dignas de cualquier escena de Rápido y Furioso. Pero ese es otro asunto.
En la carretera me sentí muy bien. Fue muy divertido y muy bonito manejar de noche. La luna estaba preciosa y la carretera no estaba cargada, aunque sí había muchos camioneros y una que otra carrera entre varios carros. Mi papá, Juan Antonio y yo íbamos super tranquilos y a gusto, pero mi mamá iba agarrada de donde podía, jajaja. Se la pasaba diciendo "Bájale", "Mantén tu distancia", "Frena", "Ahí viene la curva", "Cuidado con el camión" , "Ya me duele el estómago", etc, etc, etc...
Llegamos bien y listos para comenzar con una semana muy pesada, que relataré en el siguiente post.
Serge
Después de unas vacaciones en las cuales no hice naaaada, por lo menos para la escuela, llegó la primer semana. Bastante pesada por cierto. En Semana Santa me fui a la hermana y pintoresca República de Querétaro.
Ya más o menos me voy ubicando en la ciudad, pero ahora me tocó ir a las afueras. Mi papá está haciendo una antena en uno de los cerros que rodean Querétaro. Estuvimos todo un día ahí. Estuvo muy bonito, hacía un aire que no dejó de soplar un momento, lo cual me hizo pensar si no les convendría usar energía eólica y solar para darle energía a la antena. La verdad no sé cuánto costaría...
Algo que me pareció muy curioso es la hueva con la que trabajan los Queretanos especialmente. ¡Es impresionante! Realmente les cuesta trabajar. Por ejemplo, se les rompió una pieza de la revolvedora donde mezclaban el concreto, entonces teníamos que bajar a comprarla. En lo que íbamos, mi papá dejó orden de hacer la mezcla a mano. Cuando regresamos obviamente no hicieron nada. Así que, por lo consiguiente salieron más tarde. Mi papá me decía:
En México les urge terminar para irse temprano y aquí son leeentos...
Lo raro es que sólo es la gente de Querétaro. Si se lleva gente de otro lado, como Puebla, trabajan super bien...
Algo que también me llamó la atención de esa pequeña ciudad son sus formas de entretenimiento. La cuidad cuenta con 2 teatros y 2 cines, así que la diversión principal es ponerse el mejor atuendo e irse a caminar al centro por la noche. Es algo muy pintoresco y curioso. Me recordó a la canción de Chava Flores:
Los muchachos por acá, las muchachas por allá y sentados en las bancas los apás y las amás...
En los demás días no pasó mucho. Demostré mis extraordinarias dotes de tenista a dos botes, intenté contactar o ser contactado por Laura Flores fallidamente, fuimos a comer con unos amigos de mis papás en esas comidas que duran todo el día, etc. Lo principal es que descansé, cosa que gran falta me hacía.
De regreso manejé por primera vez en carretera. En ciudad ya soy un cafre hecho y derecho, claro, no le llego ni a Thalia, ni a Julieta. ¡Esos ya son casos extremos! Es toda una aventura seguir a cualquiera de las dos! Siguiendo a Thalia, hasta llanta he tenido que rechinar y he tenido que hacer maniobras dignas de cualquier escena de Rápido y Furioso. Pero ese es otro asunto.
En la carretera me sentí muy bien. Fue muy divertido y muy bonito manejar de noche. La luna estaba preciosa y la carretera no estaba cargada, aunque sí había muchos camioneros y una que otra carrera entre varios carros. Mi papá, Juan Antonio y yo íbamos super tranquilos y a gusto, pero mi mamá iba agarrada de donde podía, jajaja. Se la pasaba diciendo "Bájale", "Mantén tu distancia", "Frena", "Ahí viene la curva", "Cuidado con el camión" , "Ya me duele el estómago", etc, etc, etc...
Llegamos bien y listos para comenzar con una semana muy pesada, que relataré en el siguiente post.
Serge
2 comentarios:
Yo, cafre????
jajaja, podría escribir un post de longitud considerable narrando mis aventuras al seguir a Thalia ;P!!
Desde la primera vez que te seguí. Me querías perder, ¿te acuerdas?
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